Buscan respuestas. Si algo tienen en común todas estas mujeres es la impotencia. En su interior llevan, lo que, según ellas se ha convertido en una “bomba de relojería”.

En este encuentro hay unas ocho mujeres, todas acuden a hablar con su cirujana, la mujer que en el año 2007 introdujo en sus pechos los implantes mamarios defectuosos PIP. Afirman sentirse muy desamparadas, nadie les da respuestas y encima, aunque su salud esté en juego, solo podrán sacar de su cuerpo estos implantes si reúnen el dinero necesario. “Yo reuní el dinero para operarme con mucha ilusión, fueron cinco mil euros, hay algunas de nosotras que están pagando todavía ese préstamo y ahora, es imposible que reunamos de nuevo los tres mil euros que nos piden para sacarnos los implantes”.

Las mujeres con las que hablamos son unas pocas de las cientos de afectadas a nivel mundial que se han conocido desde que se destapara el escándalo por los presuntos fraudes cometidos por la compañía Poly Implants Prothèses (PIP), cuyo fundador, Jean-Claude Mas fue detenido la pasada semana en Francia.

“Algunas de nosotras nos hemos enterado de todo esto por los medios, nadie nos ha avisado, seguro que hay muchas de nosotras que aún no lo saben, nuestra cirujana no nos ha avisado de ninguna forma”. Estas mujeres, que prefieren mantenerse en el anonimato, se quejan de la falta de información, acuden a la cirujana que les operó a pedir explicaciones, algunas, ya llevan las prótesis reventadas por lo que deberán ser operadas lo antes posible. “La cirujana dice que tenemos que pagar tres mil euros para sacarnos los implantes, aunque se te hayan roto, si no tienes dinero te mueres, porque aún no se saben los efectos que tendrán estas sustancias sobre nuestra salud”.

Estas mujeres fueron operadas por una cirujana del Hospital de Molina de Segura que, afirma, según dicen ellas, no poder devolverles el dinero ni operarlas con coste cero, pues sería como reconocer que ella ha hecho algo mal, les exige, para poder sacar de nuevo las prótesis defectuosas, que paguen tres mil euros, sea cual sea su estado de salud.

Afirman que seguirán luchando ante la falta de respuestas y exigirán responsabilidades a quien haga falta por lo que empezó siendo un sueño hecho realidad y se ha convertido en una auténtica pesadilla.