Molina de Segura

El B-Side Festival cierra con 3.000 espectadores una edición marcada por la Covid

El B-Side se ha convertido en otro ejemplo de que la cultura es segura, posible y necesaria en tiempos de pandemia
El B-Side Festival cierra con 3.000 espectadores una edición marcada por la Covid
El B-Side Festival cierra con 3.000 espectadores una edición marcada por la Covid
El B-Side Festival cierra con 3.000 espectadores una edición marcada por la Covid
La decimosexta edición del B-Side Festival de Molina de Segura, marcada por las restricciones contra el covid y la reducción del aforo, concluyó este domingo con un total de 3.000 espectadores en los seis escenarios programados, que contaban con más de un 80% de actividades gratuitas.

En un año en el que el evento ha tenido que reestructurarse para adaptar su habitual formato al cumplimiento de los protocolos sanitarios para la contención del covid-19, se ha logrado llegar al fin de esta edición sin incidencias reseñables, gracias al comportamiento ejemplar del público, informaron fuentes de la organización, que ha asegurado que se agotaron las entradas en casi todos los conciertos.

El festival arrancó el 1 de septiembre estrenando en su programación un nuevo formato llamado Secret Shows, conciertos íntimos a los que el público asistió sin conocer hasta el último momento quién era el artista del que iban a disfrutar.

Carmen Boza, Kuve y Arco fueron los artistas invitados para estos conciertos desarrollados durante los tres primeros días del festival, en localizaciones acogedoras y con encanto como el área recreativa de la rambla de las Canteras, el parque de la Compañía y la sala multiusos del teatro Villa de Molina.

El jueves 2 de septiembre se estrenó el escenario principal en el Auditorio Municipal de Molina de Segura con la actuación de Carlos Vudú y el Clan Jukebox, que introdujo a los madrileños Sidecars, uno de los platos fuertes de esta edición.

El viernes se retomó la jornada en el auditorio con la actuación de Muerdo, que fue profeta en su tierra con sus ritmos latinos y su grito de socorro para el Mar Menor. Le siguió la actuación de Depedro, uno de los momentos más esperados del festival. 

El sábado llegó el turno a los más pequeños, que llenaron la plaza de Europa para disfrutar de Los Lagartos en Familia en el Baby B-Side, al mismo tiempo que se inauguraba el escenario B-Side Tapas en la plaza de España. Los primeros en pisarlo fueron los cartageneros Wave, que precedieron a Las Wonder.

Por la tarde, los chicos de K!ngdom derrocharon su energía en el B-Side Tapas con su pop electrónico. Calentaron los motores para la llegada de Don Flúor, que demostró que también hay espacio para los DJs en tiempos de pandemia.

Empezaba entonces la última jornada en el Auditorio, donde el público acogió con calidez a la catalana Suu que trajo a Molina de Segura su sonido íntimo y tropical, llenando el anfiteatro con su ukelele. A las 22:30 pisó el escenario Natalia Lacunza con su banda. 

Finalmente, el domingo clausuraron el B-Side Tapas los chicos de Ruto Neón que vinieron a presentar sus nuevas canciones y abrir el apetito para la llegada de La La Love You, la banda de indie pop encargada de poner el broche a esta edición del B-Side Festival.

El B-Side Festival cierra con 3.000 espectadores una edición marcada por la Covid