El adiós agridulce de Iniesta en los clásicos

El jugador albaceteño se despidió de los duelos Madrid - Barça en un clásico en el que su protagonismo pasó a un segundo plano.
El adiós agridulce de Iniesta en los clásicos
"Andres Iniesta" by Gerard Reyes (CC BY 2.0).

Andrés Iniesta prosigue en su despedida de LaLiga Santander. Una de las más importantes la tuvo en el encuentro en el que FC Barcelona y Real Madrid empataron 2-2, en un partido en el que ninguno de los dos se jugaba más que el orgullo. Recordemos que el Barça ya había ganado el título de Liga, mientras que el equipo blanco está clasificado para la final de la Champions League donde parte como favorito según los pronósticos de fútbol para levantar el título ante el Liverpool.

En este contexto, todo apuntaba a que Iniesta sería el gran protagonista del duelo. Este ha sido su último clásico pues, como ya hizo oficial hace unas semanas, al terminar la temporada pondrá fin a su relación con el FC Barcelona tras 22 años en el club. El de Fuentealbilla se marcha a China a vivir la que casi con total seguridad será su última aventura antes de retirarse como futbolista. Por esa razón, cada partido que el manchego juega parece un buen momento para hacerle un pequeño homenaje tanto en el Camp Nou como en cualquier campo de LaLiga, como ya ocurriera en Riazor el pasado mes de abril.

Aunque, en el duelo clásico español, quedó un sabor agridulce a la hora de la despedida, pues las exigencias del partido y la dureza del mismo, hicieron que el fútbol brillara más bien poquito, siendo este el mejor escenario donde Iniesta se desenvuelve.

Lo que iba a ser un encuentro disputado, pero rozando lo amistoso, se convirtió en una pseudo guerra campal en la que el árbitro no supo reaccionar. En los minutos finales de la primera parte, las entradas y tanganas se vieron repetidas hasta tal punto en que Sergi Roberto vio la roja directa, momento en el cual el juego sucio fue desapareciendo poco a poco.

Se suponía que este clásico iba a servir para rendir homenaje a un futbolista que siempre desde la humildad y honestidad ha defendido sus colores. De hecho, se llegó a especular con un posible pasillo por parte de los dos equipos al genio de Fuentealbilla. Sin embargo, las exigencias del guion impidieron que Iniesta se pudiera despedir de manera tranquila y por todo lo grande de los clásicos.

Aunque, quizás esta sea la mejor manera para él. Demostrando entereza, respeto y juego limpio dentro del campo evitando realizar ninguna floritura ni salida de tono en un encuentro en el que varios de los mejores futbolistas del mundo sí cayeron en ese hecho.

De esta forma, Iniesta se marchó de los clásicos jugando 60 minutos y evidenciando que su salida pesará mucho en el club azulgrana, que aún sigue sin encontrar un futbolista similar en cuanto a las condiciones del manchego. Esta fue una nueva clase de cómo afrontar partidos de alto voltaje sin perder los papeles y de cómo su humildad le permite alejarse de todos los focos necesarios por el bien del equipo.

El adiós agridulce de Iniesta en los clásicos