España ha dado la bienvenida al 2020 con sus tradicionales 12 campanadas en el reloj de la Puerta del Sol de Madrid. Una celebración que se ha caracterizado por la falta de incidentes y por la ausencia de nevadas y lluvias. 

Una hora después de la hora peninsular, a las 12 hora canaria,  han saludado a la nueva década los residentes de las islas.

Ambiente alegre y numerosos propósitos para el año que comienza han sido la tónica dominante en las capitales europeas. Un gran despliegue pirotécnico ha iluminado los cielos de ciudades como París, Roma, Londres o Atenas.

En Australia una celebración deslucida por los devastadores incendios

Una vez más los australianos y neozelandeses han sido los primeros en recibir el nuevo año. Pero el espectacular despliegue de fuegos artificiales de la bahía de Sidney, que ha reunido a dos millones de personas, ha contrastado con los devastadores incendios que arrasan el país y que han obligado muchas ciudades a cancelar las celebraciones y a miles de personas a buscar refugio en las playas, donde han tenido que ser rescatados por buques navales y helicópteros militares.

Muchos han criticado la decisión del alcalde de Sidney de no suspender esos fuegos artificiales mientras continúan los incendios, en los que han muerto 11 personas y que han destruido 4 millones de hectáreas. El edil, Clover Moore, se ha justificado diciendo que ese espectáculo se ha preparado durante todo el año y es una fuente de riqueza para la ciudad.

Los neozelandeses también fueron de los primeros en recibir el nuevo año, con fuegos artificiales que iluminaron el cielo nocturno en Auckland.

Protestas de año nuevo

Hong Kong si ha cancelado sus populares fuegos artificiales en el puerto de Victoria debido a las protestas contra lo que manifestantes denuncian como la erosión de la democracia en la ciudad bajo gobierno chino. Los han sustituido por un espectáculo de luminotecnia.

Miles de indios también despedían el año con protestas en la capital, Nueva Delhi, contra la nueva ley de ciudadanía que discriminará a los musulmanes y mermará la constitución laica del país.