Fiesta del cine

Noche de gloria para Pedro Almodóvar en los Goya

La película más personal del cineasta manchego se alza con siete galardones en una gala en la que fueron premiadas las interpretaciones de Antonio Banderas y Belén Cuesta.
Noche de gloria para Pedro Almodóvar en los Goya
Las actrices, Penélope Cruz y Ángela Molina han sido las encargadas de anunciar el Goya a "Mejor Director" que ha sido para Pedro Almodóvar por 'Dolor y Gloria'.
Las actrices, Penélope Cruz y Ángela Molina han sido las encargadas de anunciar el Goya a "Mejor Director" que ha sido para Pedro Almodóvar por 'Dolor y Gloria'.

Los Goya confirman 'el año Almodóvar'. Siete premios para Dolor y gloria, tres de ellos para Pedro (producción, dirección y guion), en la 34 edición de los premios de la Academia de cine, celebrada en Málaga. Con una de sus cintas más personales, el manchego logra el reconocimiento de sus compañeros e igualar su propio récord de estatuillas que alcanzó con Todo sobre mi madre. A la cinta, le queda el colofón de la gala de los Oscar dentro de dos semanas. 

Antonio Banderas -profeta en su tierra-, esperado Goya al mejor actor por interpretar una versión del director en Dolor y gloria.  Es el primer Goya para el malagueño por una película (recibió en 2015 un Goya de Honor) y dedicó su estatuilla al cineasta: "Pedro, hemos pasado por la Movida, hemos hecho ocho películas. He aprendido tanto de ti, del cine, del arte y de la vida. Tenía que encontrarme contigo para llegar a ti", ha dicho el actor, recordando que hace justo tres años sufrió un infarto.

La ceremonia, en sus instantes finales, ha sido un desfile de intérpretes almodovarianos (Penélope Cruz, Ángela Molina y Marisa Paredes entregaban Goyas) hasta que el cineasta terminó por quitarse sus gafas de sol y mostrar la emoción en sus ojos. Almodóvar tuvo tiempo hasta para desear suerte a Pedro Sánchez, presente en la ceremonia, al recibir el premio al mejor guion: “En los próximos cuatro años él va a ser el coautor del guion de los ciudadanos españoles. Y espero que le vaya muy bien, porque si a él le va bien, nos irá bien a nosotros”.

Belén Cuesta, mejor actriz por La trinchera infinita

Belén Cuesta, otra malagueña de corazón, ha logrado su primer Goya por su papel de La trinchera infinita, salvando así el palmarés para la otra gran favorita, que solo arañó además el Goya al mejor sonido. 

Julieta Serrano, mejor actriz de reparto, por su madre de Dolor y gloria, prácticamente un Goya de Honor oficioso para la intérprete de 86 años, historia del cine español. "Me siento tan estimulada de hacer hecho este camino con actrices tan excepcionales, que quiero compartirlo con ellas".

Mientras dure la guerra llegaba con 15 nominaciones que confirmó cinco veces, incluido Eduard Fernández, Goya al mejor actor de reparto (el tercero de su carrera) por su testosterónico Millán de Astray con el que venció y convenció. La cinta de Alejandro Amenábar arrasó en las llamadas categorías 'técnicas': dirección de producción, maquillaje y peluquería, diseño de vestuario y dirección artística. 

Enric Auquer, merecido Goya al mejor actor revelación por su narcotraficante al límite de Quien a hierro mata. Los 32 años de Auquer son un suspiro comparados con los maravillosos 84 años de Benedicta Sánchez, mejor actriz revelación por su paradigmática madre gallega, fundida con la naturaleza, en O que arde. “La vida te da sorpresas. Esta es una muy grande de mi larga existencia”, ha dicho sobre el escenario al recoger el primer premio de la gala. “Gracias a mi tierra Galicia meiga”.

O que arde, de Oliver Laxe, no fue a la gala de comparsa y obtuvo también el premio a la mejor fotografía para Maura Harc, reconocimiento a su belleza y a su valor: pocas películas han filmado un incendio real como la del cineasta gallego. E Intemperie, de Benito Zambrano, sale también doblemente premiada: mejor canción original y mejor guion adaptado, que el director celebró con un “Viva el cine español y viva Andalucía viva”.

Pepa Flores, Goya de Honor "desde ese lugar en calma"

La esperada ausencia de Pepa Flores, Goya de Honor, no restó emoción a la entrega. Sus tres hijas, María Esteve, Celia Flores y Tamara Gades, recogieron la estatuilla: “Querida mamá, querida Pepita, desde ese lugar en calma que has conseguido y que tanto te ha costado, esta profesión te otorga este reconocimiento tan bonito. Disfrútalo, porque este Goya es para ti”.

Alberto Iglesias, suma y sigue, ha recogido su undécimo Goya, por la banda sonora de Dolor y gloria (el sexto que consigue con acordes de una película de Almodóvar) y aumenta su récord como persona más premiada de la historia de los premios.

En el duelo de titanes de mejor película de animación, Buñuel en el laberinto de las tortugas se impuso a Klaus, a la que dentro de dos semanas le espera la alfombra roja de los Oscar.

En consonancia con las últimas ediciones, la ceremonia estuvo poco politizada, punteada a veces en los discursos como el del violinista Ara Malikian, premiado con el goya a la mejor documental. "Siempre la migración y los viajeros fueron la riqueza de nuestra civilización", ha defendido el músico.

El presidente de la Academia, Mariano Barroso, sacó pecho por los premios del cine español este año y reclamó atención para el sector como industria. Y también rebajo la vanidad del audiovisual con una sabia lectura de la vida de la Goya de Honor: "Nos enseñó que alcanzó el éxito personal renunciado a la fama".

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