Los talibanes han entrado este domingo en Kabul y se preparan para formar un nuevo gobierno en Afganistán, culminando el rápido avance que en algo más de una semana les ha permitido controlar la mayor parte del país., después de que las tropas de EE.UU. y la OTAN iniciaran en mayo la fase final de su retirada tras 20 años.

Aunque los insurgentes, que llegaron este domingo a las puertas de la capital afgana, aseguraron inicialmente que no entrarían en la ciudad, finalmente lo han hecho "para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente", han señalado en un comunicado.

"No le está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie", han añadido.

Algunos combatientes talibanes han entrado en el Palacio Presidencial, como han mostrado imágenes de televisión en las que se veía a insurgentes recorriendo el recinto entre gritos de "victoria". Según medios afganos, se han producido varias explosiones en la ciudad.

El presidente se marcha para "evitar un baño de sangre"

El avance talibán se ha visto favorecido por la salida del país del presidente afgano, Ashraf Ghani, quien se ha marchado después de pedir a las fuerzas de seguridad que garanticen la "seguridad de todos los ciudadanos" en un vídeo remitido a la prensa.

En un mensaje posterior en Facebook, Ghani ha asegurado que con su marcha ha intentado evitar "un baño de sangre", aunque no ofreció detalles sobre su ubiación. Algunas fuentes le sitúan en el vecino Tayikistán.

La salida de Ghani del poder era una de las prinipales demandas de los talibanes durante las negocaciones que han mantenido durante meses con el gobierno, pero el presidente se había aferrado hasta ahora al poder.

Un grupo de líderes políticos afganos ha formado el Consejo de Coordinación para la transición del poder a manos de los talibanes, ha informado en un comunicado el expresidente afgano y miembro del nuevo cuerpo, Hamid Karzai.

El presidente afgano invistió el sábado con "plena autoridad" a este consejo durante una reunión en el palacio presidencial, cuando se suponía que estos viajarían a Doha para negociar con los insurgentes una salida política del conflicto.

El consejo, en una primera medida, llamó tanto a las fuerzas del Gobierno como a los talibanes a "ejercer la tolerancia", evitar cualquier tipo de enfrentamiento y caos, y evitar actos destructivos de oportunistas armados en Kabul.

El ministro de Interior en funciones, Abdul Sattar Mirzakwal, ha señalado en un mensaje televisado que no se producirá ningún ataque en Kabul y que se llevará a cabo un "transferencia pacífica del poder" a un "gobierno de transición" y ha garantizado además a la población que serán protegidos por las fuerzas de seguridad.

Pánico en la capital 

La situación es de pánico en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonen sus puestos de trabajo y vayan a sus hogares, mientras cierran tiendas y bancos, con el tráfico paralizado por grandes atascos.

"Nos esperan días muy oscuros, muy violentos e impredecibles", ha asegurado a RNE el exdiplomático afgano Hamed Ahmadzada, quien teme que si finalmente los insurgentes toman el poder estarán "bajo el mando de un grupo armado, violento" y que "no respeta los derechos humanos".

Los talibanes se han apostado al norte, oeste, y sur de los límites de Kabul, marcando el asedio en casi todo el perímetro de la ciudad y con casi todas las provincias vecinas bajo su control.

Aunque en un comunicado pidieron a sus combatientes "no luchar en Kabul" y permanecer a las puertas de la capital, a la espera de una transición pacífica, varios testigos presenciales ha relatado a que la mayoría de las comisarías fueron saqueadas por personas y hombres armados, tras ser evacuadas de forma no coordinada por las fuerzas de policía. 

España acelera el plan de evacuación

La embajada de Estados Unidos en Afganistán ha enviado una alerta a sus ciudadanos en el país para que eviten el aeropuerto de Kabul, donde podría haber un incendio, y se mantengan en sus lugares de refugio ante el rápido deterioro de la seguridad.

Además ha pedido a los ciudadanos estadounidenses que deseen salir del país que completen su respectivo formulario de asistencia de repatriación "lo antes posible".

El aeropuerto es un punto clave, ya que países como Estados Unidos o Francia han trasladado a su personal diplomático para acelerar la evacuación. Cientos de afganos, incluidos mujeres y niños, se apiñan en la terminal esperando desesperadamente tomar un vuelo de salida, aunque según la OTAN se han suspendido los vuelos comerciales y solo operan aeronaves militares.