España ha despedido el año aciago de 2020 con una celebración diferente, con medidas restrictivas destinadas a frenar la pandemia, con un toque de queda de madrugada en todas las comunidades y sin la tradición mayor de tomar las uvas con las campanadas en la Puerta del Sol o en cualquier calle.

No es para menos, el 2020 se despidió sin dar tregua con 148 muertes más con COVID-19 en las últimas 24 horas, la insoportable cifra diaria de decesos en España que eleva a 50.837 los fallecimientos desde el inicio de la pandemia, que hace ahora un año comenzaba a manifestarse como una misteriosa neumonía en China.

Doce meses después de que China comunicara al Reglamento Sanitario Internacional la existencia de 27 casos de esa desconocida neumonía, el virus sigue en expansión en España tal como indica la incidencia acumulada en los últimos 14 días que ha notificado el Ministerio de Sanidad este 31 de diciembre: 279 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima del nivel de "máximo riesgo".

Las bajas temperaturas y las precipitaciones en muchas comunidades autónomas han ayudado a que la gente permaneciera en sus casas.

La mayoría de las comunidades han mantenido con pocos cambios esta Nochevieja las restricciones que estaban en vigor desde Nochebuena pese a la fase expansiva del virus, aunque algunas, más precavidas, como Baleares y Cantabria, las han endurecido, y con especial dureza a partir de este viernes, Extremadura.

El Gobierno de Guillermo Fernández Vara, ante los datos de expansión del virus (con récord de contagios este jueves), ha acordado adelantar el toque de queda a las diez de la noche a partir de este 1 de enero, además de restricciones en el comercio, la hostelería y el deporte. 

Concierto homenaje a las víctimas del Covid antes de las campanadas

En Madrid,  la plaza de la Puerta del sol ya fue cerrada al público en la noche del miércoles para evitar la concentración de gente en las 'preuvas' que desde hace años congregan a miles de personas para celebrar la Nochevieja por adelantado. Del mismo modo, también este jueves por la noche, agentes de la policía han mantenido un perímetro doble en la zona con un primer control en el entorno de la Gran Vía y de la calle Alcalá, además del habitual de la Puerta del Sol.

Minutos antes de dar la bienvenida a 2021 ha habido una actuación del músico Nacho Cano en la plaza como parte de un homenaje a las víctimas de coronavirus, pero sin público.

Otro ritual de Nochevieja perdido por la pandemia ha sido la celebración de la carrera popular San Silvestre Vallecana por las calles de Madrid, que ha tenido una edición especial para profesionales y a "puerta cerrada".